domingo, 28 de noviembre de 2010

RESEÑAS

MANIFIESTO SITUACIONISTA

Fue Guy Ernest Debort, quien plantea el movimiento situacionista, basándose en la teoría de la construcción de situaciones, dando paso posteriormente a la internacional situacionista (IS) que es una fusión de vanguardias en relación a lo político y lo artístico que tienen como propósito  construir un movimiento crítico para combatir el sistema ideológico contemporáneo y poder algún día superar las condiciones a las que nos somete la dominación capitalista o sociedad del espectáculo como lo denominó Debort.
Esta última está basada en la crítica de la necesidad vista como deseo y no como necesidad misma. La mercancía como deseo hace que todo se vuelve espectáculo, en otras palabras esto significaba que las personas eran solo espectadores de su propia existencia y lo que se buscaba como ideal era que el espectáculo sucediese en el escenario de cada uno de ellos. Por esto la idea de crear un arte sin espectadores, con actores que lo viven.
En 1952, la internacional letrista, fue un grupo de artistas dedicados a explorar nuevas formas de subjetividad revolucionaria. Para explicar su crítica al consumismo, utilizaron “la deriva” que es una metodología para la investigación espacial y conceptual de la ciudad por medio del vagabundeo, que plantea seguir las emociones y mirar a las situaciones urbanas de una forma nueva radical para no caer prisioneros de una rutina diaria. A partir de la deriva se crea una ciencia conocida como la “psicogeografía” que consiste en entender los efectos y las formas del ambiente geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas.
A partir de estos dos últimos conceptos, surge el urbanismo unitario como una disciplina total que ha de superar al propio urbanismo para integrar todo aquello que permita construir la ciudad de las situaciones, donde los lugares  no solo estén determinados por factores geográficos y económicos sino por la representación de sus habitantes.
En 1958 el proyecto Constant, New Babylon planteaba postulados para el urbanismo unitario , donde se plasmaba una urbe de diversos niveles y plataformas móviles, donde el color, el sonido y la forma crearan ambientes diferenciados y así mismo se pudieran diferenciar los espacios de ocio, trabajo y hogar.
En la última revolución del siglo XX “mayo del 68” donde se confrontó el sistema político y económico, se crean varios movimientos artísticos entre los cuales están: El surrealismo, el letrismo, los imaginistas, COBRA, entre otros, cuyo objetivo principal estaba basado en la búsqueda de esa ciudad situacionista. En la actualidad hay algunos de estos grupos entre los que están los punk, los hippies y los urbangamers; e igualmente la televisión es en la actualidad el mayor creador de situaciones donde se llegan a comprender y contemplar otras posibilidades de vida.
En otras palabras, tenemos que intentar construir situaciones, es decir, ambientes colectivos, un conjunto de impresiones que determinan la calidad del momento; y esa construcción comienza tras la destrucción moderna de la noción del espectáculo, de lo mediocre de la vida, y de los momentos nulos, para poder evitar así que la sociedad de consumo a la que ahora pertenecemos deje de hacerse cada vez la mayor industria creadora de necesidades.


LA ESTRATEGIA DEL COLIBRI
La globalización es un hecho que no podemos negar hoy en día, es algo inherente a nuestra actual sociedad, por esto mismo se plantea la estrategia del colibrí que basa su concepto en la dinámica de polinización creativa entre culturas, en su relación entre individuos, y el cruce de estrategias del genius loci.
El genius loci es una expresión latina que se refiere al talento del lugar y su naturaleza única y distintiva portadora de identidad, por lo tanto la consolidación de las dinámicas de polinización crea las condiciones para que cualquier cultura pueda encontrarse en la situación de aportar su contribución específica y original. Así mismo, se plantea en la lectura una relación entre el colibrí y las personas creadoras de la sociedad dispuestas a compartir sus conocimientos y creaciones con el resto de las culturas; y están las culturas locales relacionadas con las flores, cuyo proceso de globalización depende más de su propia atracción. Pero también hay que decir que no se puede comprender el propio genius loci y por lo tanto ser por completo consciente de él, si no se está en constante relación con otras culturas, una relación que permita valorar las diferencias entre una cultura y otra y por lo tanto su alma más profunda.
También encontramos otro concepto que es el daimon griego, que es la capacidad de ser poseído por una idea, por una experiencia, por una historia, etc. Y dejar que estas se apropien de nosotros. El daimon es en otras palabras la intensidad misma del genius loci, que es posible en determinados  lugares, situaciones y condiciones.
Se plantea también una analogía a nivel biológico entre la civilización global y el cuerpo humano, y en las formas en que todos los sistemas se conectan y a su vez son controlados por diferentes secciones del cerebro (áreas sensitivas, motora y asociativa).
El cerebro global, necesita de una interacción continua y una convergencia de ideas que den lugar a algo diferente, se debe tener una comprensión y un conocimiento de lo distinto, en el que la unicidad del otro sea portadora de cualidades diferentes, producto de su propio genius loci; así, mediante la polinización  esto se convierte en el centro del desarrollo mental y espiritual.
La vida no es una propiedad individual sino un proceso, una red, por esto mismo se puede relacionar la globalización con la sinapsis, una que se lleva a cabo entre los talentos de los lugares y de las personas, que son a su vez escenarios vivientes para la expresión del talento. Así vemos que todas las culturas desempeñan un papel donde se plasma una diversidad característica de cada cual: La cultura africana es el cerebro arcaico, está ligado a los instintos; La cultura oriental es el sistema circulatorio y el respiratorio, tienen un constante peso cultural de filosofías y religiones y por lo tanto una capacidad de crear y mantener un equilibrio permanente a largo plazo; la cultura japonesa es el centro de asimilación ya que captan lo elementos culturales, materiales y espirituales externos y la convierten procesos de gestión tecnológicos; La cultura sudamericana son los órganos sexuales ya que es el área más sensorial del cuerpo; la cultura de oriente medio es el esqueleto ya que está organizada sobre una base estricta de textos sagrados; y así, si relacionamos todas las culturas con una parte del cuerpo nos damos cuenta que todas las características culturales actúan como órganos vitales de un mismo sistema y por lo tanto se entiende que cambios locales pueden dar lugar a grandes consecuencias globales.
En el terreno de tan enorme diversidad se deben buscar nuevos equilibrios, por lo tanto el desafío del futuro consiste en  captar, profundizar y transferir, como personas, empresas e instituciones, lo que se revela como experiencias múltiples marcadas por arquetipos universales y ocasiones únicas. En otras palabras, la globalización es para las culturas una forma de rápida circulación y refuerzo del genius loci.

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